La propuesta de este articulo viene desde mi práctica clínica con adolescentes desde la observación que en los últimos años tatuarse se ha vuelto frecuente y con mayor intención en los adolescentes entre 18 y 21 años, como edad de inicio de su primer tatuaje. Generalmente con colores negro con grises, los cuales expresan, la perdida y el cambio que está por venir en esta nueva etapa en sus vidas.
El tatuaje ofrece un fuerte sentimiento de voluntad a querer re-apropiarse de su cuerpo. Tatuarse le permite al joven adolescente adueñarse de “Si Mismo”. Esto se apoya significativamente en el periodo que adolesce por los cambios que enfrenta; habiendo sido desde la pubertad, una etapa de “oscilación entre el cuerpo externo y la imagen interna de ÉL mismo”.
EL CUERPO EN LA PUBERTAD
El púber toma conciencia que es diferente de los demás. Piensa dentro suyo que ya no tiene que pensar igual que los demás, pues esta nueva misión en su vida se llama “La búsqueda de ser él mismo” – por estar atravesando una crisis de identidad.
El cuerpo del adolescente es suyo, a comparación del cuerpo del niño que es compartido por sus padres, entonces es ahí que empieza a diferenciarse un YO frente a los otros, tomando decisiones que van más halla de la aprobación y control de sus padres.
Entonces la tarea de todo adolescente es: poseer su cuerpo, pero este cuerpo está compuesto de moléculas emocionales que hacen difícil organizarse. Este cuerpo va a definir su autoimagen, su personalidad y posteriormente su identidad, en su intento de apoderarse de algunos atributos físicos y psíquicos para hacerlos suyos. Los tatuajes tapan “como si” fueran un parche esta crisis o caos. De esta forma el sentido de identidad ocupa el primer plano de sus intereses (buscando diseños que tenga un significado propio, lugar donde tatuarse y sobre todo asumir el compromiso de llevarlo por toda la vida).
Esta figura deja en el fondo cualquier opinión de los padres o familiares y de alguna manera también de la sociedad. Por ello recomendamos: más que imponernos frente a los hijos adolescentes es mejor llegar a acuerdos y expresar nuestra opinión frente a lo que observamos.
Teniendo en cuenta algunos principios sociales y de realidad, más no cultural, por algún tipo de trabajo o si hay algún sentimiento contra los padres, lo político, lo social o por lo establecido, etc.
Puede observarse aquí una de sus mayores CRISIS del Adolescente y es por sus sentimientos ambivalentes, “como si” quisiera diferenciarse y pertenecer a algo, su desorganización para hacer las cosas y re-organización de las mismas, la adolescencia vs la adultez.
Por una parte, todas estas posiciones de independizarse de los padres y por otro lado la necesidad de identificarse con algo está ligado a “la necesidad de búsqueda de pertenencia”.
EL llevar tattoos tiene un punto en común y es: ser DISTINTIVO sea socialmente aceptado o no aceptado. Esto marca características muy particulares en cómo se ven. Todo con el fin de definir su personalidad.
¿TENDENCIA SOCIAL O NARCISISMO?
La tendencia social por llevar tatuajes aparece una vez que la moda pasa de moda y se convierte en una tendencia de interés individual o colectivo con fines determinados que se orientan a definir el comportamiento y las necesidades de cada persona o grupo.
Gilles Lipovetsky filosofo y sociólogo francés menciona en su libro La era del vacío (1986): “esta apareciendo un nuevo tipo de narcisismo en el cual la persona se mueve mas por búsquedas propias que por objetivos colectivos o universales”. Ej. de ello vemos la preocupación por envejecer, los deportes excesivos, las cirugías reparadoras o estéticas y la moda en el vestir, etc.
Ante todo esto menciona el autor Lipovetsky G. “se esta prevaleciendo el sentido estético y la satisfacción de los anhelos narcisistas”
En este sentido el tatuaje esta participando como un tendencia que tenga mas que ver consigo mismo que todo aquello que resulte de los demás. Pero a la vez esto produce una paradoja porque el narcisismo actual de tatuarse es indiferente y sensible a la vez.
Un problema mayor es cuando los jóvenes empiezan a vivir desde una sensación de insuficiencia “como si” faltara siempre algo y en este deseo de llenarse, la práctica del tatuarse se vuelve obsesión por cubrir el vacío; Fragilizando el sentido de lo que puede ser un arte, un significado o sentido cultural.
LA PIEL y EL YO
Didier Anzieu en su libro; El Yo – Piel, menciona “ El YO carece de consistencia si no tiene una envoltura lisa, continua y cerrada”
Para todo esto el cuerpo se convierte es un medio de expresión y LA PIEL habilita la manera de hacerlo, porque los tatuajes o los piercing trasmiten esta sensación de re-apropiarse con lo que se siente que es uno; que al fin y al cabo todo llega a ser para el joven adolescente una temática de su IDENTIDAD.
Hay que considerar que la piel es un medio de comunicación no verbal que nos ayuda a expresar como nos sentimos, algunas cicatrices o arrugas nos dicen el tiempo de las experiencias vividas; En un extremo los trastornos de la piel como ejemplo; la Psoriasis, el vitiligo y las alergias en general nos pueden dar cuenta de algunos conflictos psíquicos.
Citando nuevamente al D. Anzieu; en las nueve funciones del Yo – piel menciona “El yo y la piel se desarrollan con un doble apoyo, el biológico y social. Biológico: un primer dibujo de la realidad se imprime en la piel. Social: la pertenencia de un individuo a un grupo social esta marcada por incisiones, escarificaciones, pinturas, tatuajes, maquillajes, peinados y sus dobles que son los vestidos”.
Nos queda entender que una parte de la realidad de una persona se vera gratificada en su manera de llevar lo que posee y hace con su cuerpo, Y otra en dejar mirar al grupo lo que sienta que pertenezca.
EL TATUAJE COMO RITUAL SUB- CULTURAL
El tatuaje a sido un símbolo de transmisión e identidad cultural por años tomado como un ritual de iniciación a etapas diferentes, el adolescente asume en esto con un sentido de compromiso con la imagen del tatuaje, como un medio de transición frente a un nuevo capitulo de vida. El ser tatuado se toma como un ritual de iniciación a la independencia y juventud, que es llevado a cabo por el tatuador y por consiguiente con el reconocimiento de su grupo.
Los adolescentes tiene muchas veces el impulso natural de marcar los eventos transformadores e importantes que fueron trascendentales en su vida y el Tattoo es una de esas formas de expresarlo, porque buscan revalorizar su imagen personal, como un acto de auto-creación, tanto los hombres por un símbolo de personalidad, fortaleza, carácter y las mujeres de libertad, intimidad, elegancia y valentía, las parejas como un pacto de unión que sienten en la relación. Por consiguiente en cualquiera de los casos el tatuaje refleja la personalidad, el carácter y filosofía de vida de cada persona. Como un símbolo de motivación y elección de vida.
En muchos sentidos los tatuajes es una elección más en una sociedad pos-moderna que prioriza las sensaciones y cómo se siente animarse a la experiencia de llevar un tatuaje.
Por ultimo, cabe decir que LA MADUREZ implica una mayor resistencia a la frustración, no complicarse tanto las cosas, de hacerse la vida más fácil, más concreta menos compleja y con menos necesidades innecesarias. Que al final y a cabo se trata de empoderarse y darse a cada joven su lugar.
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