Cuando la mente teme perder el control: las crisis de ansiedad

Tabla de contenido

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo frente al estrés y está íntimamente relacionada con los sentimientos o sensación de miedo frente a lo que está por venir. Todos vivimos un cierto grado de ansiedad en las diferentes etapas y momentos de la vida, esto es absolutamente normal.

Sin embargo, cuando el sentimiento de ansiedad es extremo, desproporcional con larga duración (semanas, meses o años), cuando no podemos controlarlo, se puede presentar como ataques de ansiedad generalizada o pánico y volverse un trastorno.

Este artículo tiene el objetivo de ser una fuente de información sobre la ansiedad y sus manifestaciones más comunes, además de brindar pautas para aquellos que sufren de crisis de ansiedad.

El pánico y la ansiedad hacen con que uno empiece a dudar de sí mismo.

Quizás ya te haya pasado, quizás no. Cuando se está delante de una crisis de ansiedad, empezamos a sentirnos desorientados, nuestra percepción de la realidad y de los hechos se vuelve confusa.

En estos casos, se vive una experiencia interna seguida de sensaciones físicas, donde se ha perdido la seguridad de vivir en el presente con dominio de nuestras reacciones. Se pierde la confianza en nuestro organismo, porque nuestras sensaciones son vividas como amenazadoras y peligrosas.

Es este tipo de ansiedad que se experimenta con un significativo grado de miedo y preocupación, perjudicando la vida cotidiana, pasa de ser un episodio a un trastorno psicológico cuando se repite la crisis más de dos veces.

La ansiedad se presenta de distintas formas, cada una con características propias. Algunos tipos de ansiedad más frecuentes son: trastorno de pánico, la ansiedad generalizada, fobia social, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de estrés postraumático.

En este artículo trataremos más detalladamente la ansiedad generalizada y los ataques de pánico.

Para aprender como combatir la ansiedad, primero es necesario conocer e informarse sobre sus síntomas, si las causas son endógenas o exógenas y que manifestaciones y momentos se presenta. El conocimiento es el primer paso: porque ayudará a calmarte, entender que te pasa y disminuir los miedos irracionales que frecuentemente son acompañados de estados ansiosos.

La clave para vencer la ansiedad es adelantarte a los signos previniendo y preparándote con una adecuada actitud de confianza lo que sabes que va a pasar. Aprendiendo de tus reacciones emocionales y experimentarlas con nuevas acciones.

Síntomas

Los síntomas pueden variar de acuerdo con la persona. Las sensaciones pueden ser desde cosquillas en la barriga a rápidos latidos cardiacos. Es posible que la persona se sienta fuera de control, tenga sentimientos de miedo y preocupaciones especificas.

Estos son algunos de los síntomas más comunes de un trastorno de ansiedad:

  • – preocupación constante
  • – sensación de aplanamiento
  • – respiración acelerada y/o profunda
  • – mareos y desorientación
  • – latidos cardiacos acelerados
  • – transpiración
  • – pensamientos obsesivos
  • – agitación corporal
  • – verborrea
  • – falta de claridad y coherencia en los pensamiento.
  • – sensación de desgaste
  • – dificultad para concentrarse
  • – despertarse durante el sueño
  • – pesadillas o sueños con angustia
  • – insomnio

Trastorno de Ansiedad Generalizada

EL TAG (Trastorno de Ansiedad Generalizada) se comprende por la sensaciones de preocupación y miedo persistente por una amplia gama de situaciones y no especificamente por un sólo evento. Suele relacionarse con estrés ambiental y crónico.

Las personas sienten un permanente estado de tensión; que suelen tener dificultad para relajarse. Siempre que la ansiedad se intenta relacionar con algo resulta un motivo preocupación.

los síntomas más frecuentes: es sentirse nervioso, con temblores en la extremidades, tensión muscular en el cuello y espalda baja asi como el las piernas, sudoración, mareos, palpitaciones, dolores de cabeza, molestias gastricas.

Para un diagnostico en TAG, la persona debe presentar los síntomas de ansiedad la mayor parte de los días durante varías semanas seguidas (por lo menos 1 mes).

El TAG también afecta a niños y adolescentes. Y se puede manifestar como una preocupación excesiva por el desempeño académico o eventos deportivos y sociales. O por la presencia de los padres y/o cuidadores. Miedo de que suceda un desastre natural y situaciones catastróficas. En estos casos, suelen ser llamativas la necesidad constante de seguridad, miedo a estar solo y con quejas somáticas recurrentes. (ejemplo: nauseas, dolor de estomago)

Sin embargo, es muy común en personas mayores de 30 años, ante una represión de muchas experiencias pasadas no expresadas saludablemente y en su momento.

Ataques de Pánico

Los ataques de pánico, crisis de pánico o crisis de angustia son episodios momentáneos de ansiedad grave, frecuentemente asociada con la sensación de que algo se va a pasar o que pueden morir. Sumase el temor, al miedo de perder el control o a enloquecer.

La persona que sufre un ataque de pánico queda abrumada por una variedad de síntomas físicos.

No tiene una causa aparente y pueden darse en cualquier momento. Se caracterizan por la imprevisibilidad. Se acompaña de síntomas somáticos (físicos) que asustan muchas veces por el temor a un paro cardiaco u otra condición parecida.

Los síntomas frecuentemente son: sensación de irrealidad, palpitaciones, sensación de asfixia, fuerte dolor en el pecho y mareo

A menudo, son personas que buscan ayuda médica para investigar posibles enfermedades en sí mismos que no existen. Puede estar asociado con el desarrollo de la hipocondria.

Lo que pasa en un ataque de pánico y en la ansiedad es que el pánico induce al cerebro a pensar que hay un peligro inminente y acciona las respuestas somáticas para responder a esta amenaza (el sistema nervioso autónomo simpático).

Es esto que causa los síntomas físicos del pánico. El pánico literalmente perturba el equilibrio natural del cuerpo.

Para cambiar este cuadro, necesitamos aprender a calmar nuestro sistema nervioso autónomo simpatico “enseñándole” que no hay una emergencia real y llevándolo a respuestas de relajación (sistema nervioso autónomo parasimpático).

¿Cómo combatir la ansiedad?

Listamos algunos factores que comprobadamente mejoran los niveles de ansiedad. Sin embargo, es necesario observar que en muchos casos tratar la ansiedad requiere ayuda profesional calificada.

Conocimiento sobre la ansiedad y como actúa: este es uno de los recursos más fuertes para vencer la ansiedad, por la incertidumbre que genera y la preocupación de no saber que pasa. Entender que es la ansiedad, cómo actúa y cuáles son los activadores ayuda a disminuir las inseguridades (aprendemos que los síntomas físicos son causados por la ansiedad) de esta manera la persona siente más control de la situación. Una amplia compresión de la situación servirá de base para empezar a calmarte

Aprender a calmar tu sistema nervioso: La ansiedad altera el funcionamiento del sistema nervioso autónomo, ejercicios de respiración, relajación y sobretodo de consciencia corporal, de estar presente, ayudan a moldear la reacción de emergencia  o estado de alerta a una reacción calmante.

Identificar las preocupaciones exageradas: son comunes los temores que un familiar pueda caer enfermo o a tener un accidente, junto con otras preocupaciones y pensamientos obsesivos que no dejen de pensar en eso. Estas preocupaciones son desproporcionadas si se contrastan con la realidad y la lógica. Es importante identificar las preocupaciones exageradas y saber como entenderlas separando lo real de la fantasia.

Identificar los activadores de la ansiedad: hechos, situaciones o circunstancias específicas que activan el sistema de alerta y, por consiguiente, los episodios de ansiedad.

Conectar con tu propio cuerpo: Conectarse con el cuerpo es una de las claves para combatir la ansiedad. De nada adelanta las estrategias cognitivas si no experimentamos una real conexión con nuestro cuerpo como parte de lo que somos. Esto te ayudará a tener una poderosa sensación de unidad y a fortalecer tu Yo, tu manera de estar y afrontar el mundo.

Desarrollar estrategias propias para manejar las situaciones futuras: es aprender una nueva manera de lidiar con situaciones potencialmente ansiogénicas. Pueden ser recursos internos (cómo técnicas de respiración, técnica del lugar seguro, relajación, tratar posibles temas estresores o traumáticos) o recursos externos (grupos de apoyo, tener una persona de apoyo en una situación de crisis.)

¿Qué hacer durante un ataque de pánico?

Los ataques de pánico son imprevisibles y asustadores. Aquellos que han sufrido este tipo de ataque suelen decir que la sensación es de NO sentir que pasar y parece durar una eternidad.

Algunas cosas pueden ayudar a disminuir la intensidad y frecuencia de las crisis. Abajo indicamos qué hacer delante de un ataque de pánico.

  1. Respiración: la respiración es nuestra más potente herramienta somática. Le indicamos una ejercicio simple para hacer delante de una crisis: inspire lo más profundo y pausado posible por la nariz; expire igualmente profundo y pausado por la boca. Este y otros ejercicios de respiración son útiles no solo en los momentos de crisis, pero cómo práctica diaria.
  2. Los pensamientos pueden traer el pánico, como también ideas que ayuden a liberarte: Digase a si mismo que los síntomas que estás sintiendo son causados por la ansiedad. “Está no es una emergencia”. El dolor en el pecho no es un infarto; las palpitaciones, los temblores, la sensación de ahogo, son reacciones fisiológicas mal-adaptativas y pasaran junto con el ataque de pánico.
  3. Confrontar el miedo: trate de no evitar la situación. Confrontar el miedo y no huir, te permite tener la oportunidad de descubrir que nada va a pasar. Con la práctica, se volverá más fácil y puedes conscientemente detener el pánico antes que tome por sorpresa.

¿Cuándo buscar ayuda?

Cuando sientas que tiene una preocupación o miedo constante, dificultades para concentrarse en una sola cosa, cuando las sensaciones son físicas sin un aparente motivo, cuando no te sientas cómodo contigo mismo y te aparecen miedos irracionales perjudicando tu vida cotidiana. Es momento de buscar ayuda especializada.

Es importante buscar un buen profesional que pueda evaluar los síntomas y las causas de la ansiedad para un diagnóstico y tratamiento eficaz. A pesar que los síntomas puedan ser parecidos, las manifestaciones, las causas y los motivos no son los mismos en cada persona.

Con la terapia para la ansiedad, el paciente experimenta disminución de los síntomas, trata desde las causas de la ansiedad, recuperar el equilibrio y bienestar en su vida. En algunas situaciones, puede ser necesario el uso de medicamentos.

¿Cómo se trata la ansiedad?

Los profesionales capacitados para diagnosticar la ansiedad son los psicólogos y psiquiatras. En muchos casos, nos es necesario el uso de pastillas porque la psicoterapia se muestra como un tratamiento efectivo en la reducción de estos síntomas, una vez que trata la génesis (origen) del problema, los pacientes pueden desarrollar estrategias para manejar su ansiedad y estar más consciente de sí mismo.

No existe un abordaje psicoterápico mejor que el otro para tratar la ansiedad. Varias técnicas psicoterápicas tienen demostrado ser eficaz en este tratamiento.

Para tratar la ansiedad es necesaria una intervención terapéutica que comprenda e integre sus aspectos emocionales, somáticos y cognitivos. Es decir, la dimensión neurofisiológica de la ansiedad necesita ser reconocida y tratada una vez que el organismo necesita descargarse o se quedará en estado de alerta constante.

En Espacio Vida, tratamos los aspectos emocionales, somáticos y cognitivos de la ansiedad, con técnicas que ayudan a calmar el sistema nervioso autónomo disminuindo los síntomas. En la terapia para la ansiedad también son utilizadas técnicas de relajación, auxiliando a los pacientes a salir del estado de tensión y alerta constante que proporciona esta condición.

Conclusiones

Las crisis de ansiedad causa mucha angustia y preocupación, perjudicando la calidad de vida en la persona, suelen no sentirse capaz de hacer sus actividades diarias con normalidad.

Sin embargo, en un proceso de terapia psicológica el paciente puede obtener alivio de los síntomas y aprender estrategias para manejar sus emociones.

Además de aprender técnicas que le ayudan a relajar, en la terapia el paciente experimenta nuevas formas de acciones, en volver a confiar en su propio organismo, a no temer las sensaciones físicas y a recuperar el control de su vida.

Más que tratar la ansiedad, debemos tratar a la persona en su contexto socio-cultural, con sus relaciones interpersonales, características personales, su historia de desarrollo, sus aspectos activadores (gatillantes para la patología) y factores relacionados con determinada condición). En todos las dimensiones de su vida.

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Referências:

CID-10

Wilson, R. Reid. No Al Pánico: Cómo Controlar los Ataques de Angustia. Ed.: Cuanto Vientos, Santiago de Chile, 2001.

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